
Saludos lectores!
Cuántas veces hemos tenido que escuchar la clásica habladita del Príncipe Azul? Ese apuesto caballero con apariencia de modelo de Calvin Klein cuya única misión en la vida es verse bonito y cabalgar por ahí, buscando a una princesa completamente desconocida que se pasa el día entero cepillándose el pelo y cantando en un reino muy lejano (menudo par de holgazanes estos no? ).
El hombre en cuestión se pasa hablando con perros, conejos, insectos, pájaros y cuánta alimaña se encuentra en el camino con tal de dar con el paradero de una mujer que ni conoce, para luego encontrarla atrapada en la torre más alta en un castillo rodeado de dragones y miles de peligros que amenazan con romperle la existencia en pedazos.
Nuestro modelito logra enfrentarse como todo un capo con todo tipo de amenazas armado con una simple espadita de esgrima, y , sin derramar ni una gota de sudor ni de gel para pelo es capaz de matar a cuanto enemigo se le pone en frente para poder llegar al castillo donde se encuentra su amada doncella. Una belleza escultural recién bañada, oliendo a Dolce & Gabbana y con el cuerpo de un ángel de Victoria´s Secret.
El final de la historia siempre es el mismo. El bueno mata al malo y se queda con la mujer, la cual se enamora perdidamente de su salvador para casarse al siguiente día y vivir felices para siempre. La medalla al valor queda en segundo plano porque el principito se conforma con el único premio que para él tiene importancia después de haber matado a un ejército completo de malandrines: El favor de una mujer.
Ya sé que muchos hombres me dirán: "Sí Balleck, pero esas historias son las que se le venden a las niñas para que vivan su vida con la esperanza de encontrar el amor verdadero".
En parte tienen razón, pero en realidad lo que más me preocupa es que probablemente esta visión del mundo es la que quieren darle a las niñas de poca edad, pero al final se la terminan creyendo hasta los hombres adultos, quienes terminan pensando que la mejor manera de llegar a estar con la mujer que desean es teniendo todas las características de un príncipe de cuentos de Disney.
Es ahí donde vemos a hombres tratando a toda costa de ser lo más buenos posibles para no perder la gracia de estar con una mujer. Mi pregunta es, será que las mujeres de verdad realmente desean Príncipes Azules en sus vidas ?
Quién más para responder esto que una dama! A continuación les presento un post escrito por Tita, una compatriota, autora del blog Sin Censura. Sus reflexiones son siempre muy acertadas, es por eso que sin duda alguna le tomo (y le tomaré) en cuenta para mis post donde deseo colaboración de Fuerzas Especiales de la seducción.
Presten atención caballeros, una mujer está hablando!
De príncipes azules y otros cuentos de terror
por Tita
por Tita
"Vamos a ser honestas, los príncipes azules como producto mercadológico está bien logrado, funciona para vendernos a las mujeres en un empaque muy bonito la esperanza de que seremos muy felices al crecer, y funciona por un tiempo, pero como con los comerciales de venta por televisión, tarde o temprano hay que entender que de eso tan bueno no dan tanto y que lo mejor es preferir lo convencional.
Hace días lo dije en twitter a mi no me gustan los príncipes azules, prefiero los hombres de verdad con defectos y virtudes, para que voy a querer a un caribonito, que está en la búsqueda de una mujer que no encuentre la plenitud como persona hasta la llegada de este salvador.
No señoras y señores, a mi me gustan los hombres de verdad, de esos que saben que yo tenía mi vida antes de su llegada, y que si en cualquier momento se van, voy a seguir teniéndola, a mi no me conquista nadie con su pose de salvador, con su carita perfecta, su caballo brioso, y sus muchos castillos, que pereza si esos son los primeros que además se aburrirían de mi porque hay que reconocerlo, soy una persona un poquito difícil, y me gusta y lo disfruto.
Propongo un movimiento para reivindicar a los hombres de verdad, a los que tienen a veces malos días, a los que pierden la paciencia con los ires y venires hormonales, pero es que esos hombres son trabajadores, trabajan cada día por hacernos sentir como reinas, por ganarse nuestro respeto y nuestra admiración, trabajan fuerte por lo que quieren, y aunque tienen defectos en mayor o menor medida, la verdad es que nosotras tampoco somos perfectas.
Señoritas, no mas príncipes azules que nos quiere poner en el exhibidor, como una más en el montón de las damiselas rescatadas, mejor los hombres de verdad, esos que creen que vale la pena todo el trabajo que les hacemos pasar, para hablar, reír, amar."
Tita dice que mejor los hombres de verdad, has aprendido a ser uno realmente? Si no, es momento de empezar a serlo.
Hasta Siempre!
Comentarios
Si te interesa, sólo avísame y te doy los detalles, te mando un gran saludo y éxito!
Mi estimado Cid, de mi parte siempre hay anuencia a explorar nuevos proyectos, sobre todo si los mismos conllevan a ayudar a hombres que como nosotros, hemos tenido que transitar por este camino tan difícil para muchos.
Con todo gusto escucharé tu propuesta, escríbeme a ballecklestat@gmail.com y seguiremos en contacto! Un abrazo!